viernes, abril 28, 2006

De contadores y cosas peores

Mi padre fue contador, yo alguna vez quise ser contador.

Ser contador no debe ser cosa sencilla, considerando que a diferencia de otros que trabajan con números ajustando los cálculos a la realidad, en contabilidad se debe ajustar la realidad a los cálculos.

No se puede decir que no lo intenté, tres años de mi adolescencia estudié las avanzadas técnicas contables, y debo decir que el nivel de abstracción que se manejaba ahí dejaría helado a cualquier matemático.

Finalmente decidí que la contabilidad no era para mí, que mi raquítico intelecto no podría soportar semejante rigor, así que tuve que contentarme con algo mucho más fácil. Y entonces supe que sería ingeniero.

Aún hoy sigo maravillandome cómo en la teoría uno más uno siempre es dos, pero en la praxis, los contadores logran hacer que uno más uno sea tres, o cuatro, o lo que haga falta.

Insisto, un contador debe ser un ente muy avanzado poseedor de un intelecto más allá de la comprensión de la lógica y el sentido común.

Larga vida a la contabilidad !!!